Normalmente, a partir de los dos años los niños empiezan a controlar sus esfínteres durante el día, siendo el control de la micción nocturno algo más costoso. De hecho, a los tres años el 50% de los niños siguen mojando la cama, a los cuatro años el 20% de los niños y a los cinco años el porcentaje se reduce al 10%.
Se habla de enuresis nocturna cuando un niño de más de cinco años moja la cama durante el sueño de forma involuntaria con bastante frecuencia (varias veces al mes).
La enuresis se produce debido a un desequilibrio entre la producción de orina y la capacidad vesical nocturna, asociado a la incapacidad de despertarse ante las ganas de hacer pipi por la profundidad del sueño.
Tratamiento de la enuresis:
En primer lugar, el niño debe estar motivado para solucionar el problema, para ello entre otras acciones deberá:
- Reducir la ingesta de líquidos en la cena.
- Vaciar la vejiga antes de acostarse.
- Cada vez que se haga pipi cambiarse de ropa y poner a remojo la ropa mojada.
- Cumplimentar un calendario en el cual aparezcan soles o estrellitas cada día que logre no mojar la cama.
- Vaciar la vejiga antes de acostarse.
- Cada vez que se haga pipi cambiarse de ropa y poner a remojo la ropa mojada.
- Cumplimentar un calendario en el cual aparezcan soles o estrellitas cada día que logre no mojar la cama.
Por otro lado, la familia nunca deberá castigar ni avergonzar al niño por su enuresis ya que para él mojar la cama es algo involuntario. Lo que sí se recomienda es pactar refuerzos positivos, es decir, pequeños premios que le alienten a proseguir en su intención de dejar de ser enurético.
En aquellos casos, en los que persista el problema y siempre bajo prescripción pediátrica se puede usar algún tratamiento farmacológico, alarmas sonoras que se activen al inicio de la micción y en determinados niños apoyo psicológico ya que, muchas veces, la enuresis se desencadena debido a motivos psicológicos (celos, discusiones familiares, inicio del colegio, etc).
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