Como comentabamos en nuestro artículo “los niños y la televisión”, aunque cada vez la programación televisiva es más criticada por su contenido morboso y de escasa cultura, hoy más que nunca hay más programas donde elegir. Si se escoge adecuadamente todavía quedan programas de calidad que ofrecen a los niños un mundo lleno de experiencias maravillosas tanto visuales, acústicas, de gentes, pueblos y animales, que el niño dificilmente puede encontrar en otros sitios. Tan pronto lo transporta al otro lado del mundo, mostrándole lugares y animales exóticos, como le enseña el universo, el pasado, el futuro o la realidad al alcance de su edad. Lo importante es que los padres sepan establecer desde el principio las bases para el buen uso de la televisión.
Cuando hay niños pequeños se recomienda marcar límites en cuanto al contenido de los programas y al tiempo permitido para ver la televisión. Antes del año y medio de edad el niño puede pasar sin ver la televisión. A partir de esta edad, media hora sería suficiente y sería la madre quién debería elegir la programación.
Cuando el niño ya tenga edad suficiente y algo de criterio, se le puede dar a elegir entre un programa u otro. Alrededor de los dos años de edad, se puede aumentar el tiempo de permanencia delante del televisor a una hora, especialmente en invierno cuando las temperaturas son bajas y no es recomendable estar mucho tiempo en la calle. No obstante, a esta edad se recomienda que el niño no vea más de una hora la televisión.
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